Poco habitual en España por el momento, la sedación consciente es una opción disponible en la mayoría de clínicas odontológicas de países como Estados Unidos. Se trata de un procedimiento farmacológico seguro que permite al profesional trabajar mejor con niños y adultos que sufren de fobia al dentista y así poder recibir los tratamientos que necesiten (aunque no es necesario formar parte de estos dos grupos de población para aprovechar la sedación consciente en el dentista).
¿En qué consiste la sedación consciente en odontología?
La sedación consciente es una práctica habitual en muchos procedimientos médicos que generan estrés al paciente o que requiere de que este no se mueva y se encuentre tranquilo.
No todas las clínicas odontológicas pueden ofrecer esta posibilidad de sedación porque requiere de aparataje especial, de una sala adaptada y de formación específica por parte de los profesionales encargados.
Dado que para lograr la sedación consciente se necesitan de la administración de fármacos y controlar las constantes vitales básicas, en especial la tensión, recomendamos acogerse a esta opción solo si puede acudir a centros especializados y de confianza, como es el Centro CEO, del Dr. Ismael Serrano en Madrid.
La sedación consciente en odontología se suele realizar inyectando por vía intravenosa un fármaco sedante o mediante una mascarilla con gas que induce sopor y relajación. En ocasiones se emplean ambas técnicas combinadas.
Cuando el paciente no sufre de fobia al dentista pero se va a enfrentar a un procedimiento quirúrgico como es la implantología, la sedación consciente hará la experiencia mucho más llevadera. Para estos pacientes menos problemáticos puede darse el caso de que se prescriba tomar un sedante en casa una hora antes de la cita en la consulta
Aspectos a tener en cuenta si eliges sedación consciente
La sedación consciente es segura, y casi cualquier persona puede someterse a ella. Ahora bien, los fármacos que se van a utilizar pueden interactuar con otras medicaciones, incluso de las que se prescriben sin receta, y con comprimidos de hierbas, infusiones, etcétera. Por tanto, deberás informar a tu odontólogo de todo lo que estés tomando días antes de la cita para que pueda ajustar la dosis de fármaco o fármacos que necesitas, o elegir la forma de administración más adecuada para ti.
No vas a quedarte dormido salvo que seas una persona de sueño fácil y vayas a la hora de la siesta. Hablando en serio, la sedación consciente produce cierto sopor agradable, similar al que sentimos cuando nos tumbamos a reposar una comida copiosa.
A unas personas les afectan los fármacos más que a otras, por lo que siempre debes acudir acompañado de un adulto responsable, que será el encargado de acompañarte a casa. Pese a que no te vas a quedar dormido, sí es muy probable que desciendan tus reflejos y, por supuesto, no podrás conducir. Si vives cerca, podrías llegar a tu casa por tu propio pie, aunque es mejor prevenir accidentes al cruzar la carretera y dejar que vaya alguien que, lo más seguro, estará para darte seguridad pero no necesitará hacer nada.
Una vez se retira la medicación el efecto desaparece de manera gradual, tardando entre cuatro y seis horas en función del paciente y su sensibilidad. En ocasiones, el tiempo es menor.
La sedación consciente permite realizar trabajos de odontología complejos, como es la colocación de implantes dentales en niños y en personas que se sienten angustiadas en la consulta de un odontólogo de manera segura, sin requerir de la anestesia general, que no deja de ser peligrosa.
La sensación que se experimenta durante la sedación consciente es agradable, y los anestésicos inyectados en la zona a tratar garantizan que tampoco se notará dolor alguno. Pero los fármacos que se usan producen una merma de reflejos para lograr ese estado de relax con un poco de sopor, por lo que debes ir y volver el día de tu cita con el dentista acompañado de una persona adulta, que te acompañará de vuelta a tu casa. Informa a tu odontólogo de todos los medicamentos y productos de herboristería que tomes, para evitar efectos adversos inesperados, y ponte solo en manos de profesionales especializados.
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