Las técnicas más avanzadas en Implantología a su alcance
IMPLANTES CIGOMÁTICOS
Este tipo de implantes se utilizan con el escaso hueso remanente que tiene el paciente. Elimina la necesidad de injertos óseos, elevaciones de seno y disminuye el tiempo de consulta, con lo que además reduce los costes económicos y simplifica el tratamiento.
Este tipo de implantes permite tratar a pacientes con muy poca cantidad y calidad de hueso, es decir, con atrofia severa maxilar. Este hecho suele ser frecuente en pacientes que durante muchos años han llevado dentadura postiza superior y precisan de un tratamiento fijo.

SEDACIÓN CONSCIENTE INTRAVENOSA

ELECTROSOLDADURA INTRAORAL
La electrosoldadura intraoral es una técnica que permite estabilizar de manera inmediata 2 o más implantes, mejorando la estabilidad de los mismos y permintiendo colocar una prótesis provisional de carga inmediata con una elevada tasa de éxito.
Esta técnica fue descubierta por “Gordon” en 1967 y modificada posteriormente por doctores como Albrektsson y Sennerby, Bianchi y Mondari. Se basa en la técnica de “synclystallization” que consiste en la unión de dos metales iguales mediante la combinación de sus átomos, formando cristales en la zona de la unión en un par de segundos.

ELEVACIÓN SINUSUAL

Esta técnica consiste en el aprovechamiento del espacio inferior del seno maxilar para que éste pueda recibir fijaciones que soporten prótesis fijas sobre implantes. Fue presentada por Hilt Tatum en el año 1977 y es un procedimiento con una elevada tasa de éxito y que se aplica de forma frecuente en la práctica diaria del cirujano oral.
La elevación sinusal aparece como solución a grandes atrofias severas o neumatizaciones del seno maxilar y consiste en el acceso mediante una ventana lateral trapezoidal creada por el cirujano. La región presenta una calidad ósea tipo III o IV por lo que es necesario emplear después implantes de longitud mínima de 10 mm y del mayor diámetro que permita la anatomía. Requiere gran destreza y la aplicación de una técnica muy cuidadosa para preservar la membrana de Schneider.
INJERTO ÓSEO

La técnica permite la colocación de hueso (o sustitutivo biológico del mismo) en los espacios ubicados alrededor de un defecto óseo o una pérdida generalizada del mismo.
Este hueso puede obtenerse en dos formatos: “hueso en bloque” o hueso particulado, cuyo origen puede ser animal (xenoinjerto), hueso procedente de un donante (aloinjerto) o bien hueso del propio paciente (hueso autólogo). Finalmente el hueso tiende a regenerase completamente al cabo de unos meses mediante tres principios básicos de la regeneración: autoconducción (servir como guía del proceso de reparación), osteoinducción (diferenciación de células inmaduras en osteoblastos activos) y osteogénesis (trasplante de osteoblastos viables y células precursoras de los osteoblastos al defecto junto con el material del injerto)
IMPLANTE POST-EXTRACCIÓN
Son implantes colocados inmediatamente después a la extracción del diente. Es importante tener en cuenta que tras una extracción habitual, el hueso sufre una acusada remodelación y reabsorción que provoca en numerosas ocasiones la pérdida de la anatomía original.
Es un procedimiento que disminuye el tiempo postoperatorio así como el tratamiento final.
Debe realizarse mediante una técnica de exodoncia mínimamente invasiva para facilitar la colocación del implante. Disminuye así el tiempo de cicatrización y la encía conserva su forma original sin alterar el resultado estético final del paciente

CARGA INMEDIATA
