Una extensa pérdida de estructura ósea ocurre cuando una persona ha estado sin dientes durante mucho tiempo y, por lo tanto, el hueso se ha reabsorbido. Con el fin de poder rehabilitar la dentición, es necesario el uso de implantes cigomáticos. La pérdida de hueso puede suceder en personas que han experimentado alguna enfermedad periodontal, carcinomas, malformaciones, o simplemente han usado dentaduras postizas. También es el caso de personas cuya avanzada edad ha provocado la reabsorción ósea.
Naturalmente, es el dentista quien se ocupará de decidir si es necesario someterse a injertos o elevaciones de seno maxilar, o si lo más apropiado son los implantes cigomáticos. Los implantes dentales cigomáticos contrastan más notablemente con otros implantes porque se colocan a través de la cavidad bucal, acoplándose al hueso. Así, exhiben una longitud mayor que otros implantes (suelen medir entre 35 y 55 mm; los más comunes no superan los 18 mm).
¿Cuándo debes optar por ellos?
Esta clase de implantes está recomendada para personas que han sufrido pérdidas óseas por cualquiera de las causas mencionadas. Por su propia naturaleza, la región posterior del maxilar es una de las más afectadas y asimismo una de las más difíciles de rehabilitar. Desde hace una década, no obstante, los implantes cigomáticos han permitido realizar rehabilitaciones complicadas con métodos menos invasivos y sin necesidad de recurrir a intervenciones más complejas e impredecibles.
Una de las ventajas de este procedimiento, que puede realizarse en centros especializados y de confianza como el Centro de Especialidades Odontológicas Soriano (CEOS), situado en Madrid, es que se trata de un proceso ambulatorio, lo que significa que no requiere hospitalización para empezar. No requiere la adquisición de huesos de otros sitios del cuerpo, como con otros tratamientos; tiene un menor porcentaje de morbilidad que los tratamientos con injertos. Constituye un tratamiento efectivo para personas que han recibido quimioterapia o radioterapia por cáncer oral, además de ser una alternativa sin largos periodos de espera. Y no tienes que preocuparte por tener cicatrices en tu boca
Proceso quirúrgico y postoperatorio de los implantes dentales cigomáticos
El proceso es bastante breve. Se empieza con un diagnóstico. Si el dentista considera que son necesarios los implantes, mediante una pequeña cirugía con anestesia local, en la segunda visita, te pondrá los implantes en el hueso maxilar (el tiempo de colocación de cada implante no supera los 15 minutos). Notarás solo leves molestias o una ligera incomodidad durante los primeros días postoperatorios. En la tercera visita, el cirujano tomará las medidas para elaborar un modelo, una réplica de tu boca, para que el laboratorio pueda crear tus nuevos dientes. Finalmente, en la cuarta visita, te pondrán la prótesis. Esta adaptación a la anatomía de cada paciente es lo que produce las altas tasas de éxito de este tratamiento.
En la realidad se trata de una operación más compleja de lo que parece, pero eso no le resta sencillez ni efectividad. Los implantes cigomáticos ofrecen resultados exitosos, de una manera rápida y con técnicas poco invasivas. Puedes confiar plenamente en los profesionales durante todo el proceso.
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