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UNA BUENA SALUD ORAL

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Consejos para niños:

Sin duda, los más pequeños suelen imitar el entorno y aquello que ven en sus padres, así que si los mayores cuidamos nuestra salud bucal, los niños lo verán como algo normal y lo harán a dirario.

Para iniciar a los más pequeños en la higiene dental diaria, lo mejor es darle un aire divertido comprando cepillos de dientes originales y utilizando canciones o juegos infantiles para que se diviertan a la vez que se cepillan los dientes.

Hay que enseñarles a cepillarse correctamente y acostumbrarles a que comiencen por los dientes de las zonas inferiores, luego los dientes superiores, las encías, sin olvidarnos de la lengua. A partir de los 20 meses de edad, se puede poner en el cepillo, un poco de pasta de dientes (del tamaño de una lenteja).

Las pastas dentífricas ricas en flúor son las más adecuadas.

El enjuague bucal también es muy importante a partir de los 3 años. Existen muchas marcas en el mercado específicas para niños con sabores agradables.

Desde los 6 años, los niños pueden cepillarse solos, aunque es recomendable la supervisión de un adulto.

Consejos para adultos:

  • Acudir al dentista una vez al año.
  • Cepillarse los dientes tres veces al día después de cada comida. Imprescindible: antes de acostarse y tras levantarse por la mañana.
  • Es recomendable utilizar una pasta dentífrica con flúor para prevenir la aparición de caries.
  • Cepillarse realizando movimientos cortos, suaves, elípticos sin olvidar la línea de las encías, los dientes posteriores (de difícil acceso) y las zonas que rodean las coronas de los dientes y empastes.
  • Los expertos aconsejan renovar el cepillo dental cada tres meses para evitar enfermedades periodontales.
  • Utilizar a diario hilo dental; el mejor momento para usarlo es por la noche, ya que la ausencia de salivación mientras se duerme, favorece la formación de placa bacteriana.
  • Los colutorios o enjuagues bucales ayudan a mantener sana la boca y evitar patologías e infecciones.
  • Una alimentación variada y equilibrada también contribuye a reforzar el sistema inmune para que pueda defenderse ante cualquier infección en la cavidad bucal.
  • Si comemos fuera de casa y no podemos lavarnos los dientes, podemos recurrir a los chicles sin azúcar o a las láminas de la higiene bucal.
  • No abusar de los blanqueadores. Aunque resultan eficaces para dar luminosidad a las piezas dentales, cuando se utilizan de forma excesiva y continuada, pueden llegar a dañar el esmalte.

Consejos para nuestros mayores:

Durante la tercera edad, es posible que la salud oral sufra alteraciones incluso teniendo buenos hábitos de higiene por el uso de prótesis, la ingestión de medicamentos y por otros trastornos normales de salud. Pero se pueden seguir unas pautas que ayuden a minimizar estas posibles molestias.

  • La caries, sobre todo radicular (en la raíz de los dientes), suele ser más común en las personas mayores. Es importante utilizar un cepillo adecuado que ayude a alcanzar la zona radicular.
  • Otro problema frecuente es la sequedad de la boca ocasionada normalmente por la toma de algunos medicamentos o tratamientos. Para prevenirla se aconseja el consumo de líquidos (agua, bebidas sin azúcar..), y también se puede recurrir a espráis o enjuagues bucales, estos siempre con prescripción del odontólogo.
  • Es importante que comunique a su dentista las enfermedades existentes, sobre todo en el caso de diabetes, cáncer o afecciones cardiacas que pueden afectar a la salud oral. El profesional debe saberlo para poder atender adecuadamente sus necesidades especiales.
  • El uso de dentaduras postizas requiere cuidados especiales constantes; mantener la dentadura limpia y ajustada con revisiones periódicas evita la aparición de manchas, el mal aliento o la inflamación de las encías. Se recomienda utilizar un cepillo especial para prótesis.
  • Las enfermedades de las encías son un trastorno potencialmente grave que afecta en especial a los mayores de 40 años. Hay diversos factores que puedan aumentar la gravedad de esta enfermedad:
  • – Higiene oral deficiente.
    – Enfermedades sistemáticas como diabetes, afecciones cariacas y cáncer.
    – Factores ambientales como el estrés y el tabaquismo.
    – Uso de medicamentos.
  • En sus primeras etapas la enfermedad es reversible, por lo que es muy importante identificarla precozmente y asegurar su diagnóstico y tratamiento, mediante revisiones dentales periódicas.